La selección de Mali batió ayer por tres goles a uno a la favorita Ghana en la final de consolación de la Copa de África y consiguió el tercer puesto de la competición.
Con esa victoria, los jugadores malienses consiguen su objetivo declarado de dar una alegría a sus compatriotas, que sufren en los últimos meses los horrores de la guerra y el yugo de los islamistas.
Mali avisó en el minuto 10 por medio de Samassa, cuyo disparo raso desde dentro del área fue desviado con solvencia por Dauda.
En el minuto 20, Mali confirmó su peligro con una subida por la izquierda del lateral Tamboura, que centró impecable al corazón del área para que Samassa batiera cruzado a Dauda de perfecto cabezazo picado.
Obligada a remontar, Ghana comenzó a controlar la posesión y trenzó algunas jugadas de ataque que pusieron en complicaciones a la defensa maliense.
Comenzó fuerte la segunda parte y Ghana pudo empatar de un certero cabezazo a la salida de un córner, pero la siguiente jugada trajo una formidable demostración de potencia de Coulibaly.
Su pase de la muerte tras superar a la carrera a la defensa ghanesa fue rematado a placer a gol por Keita.
Las esperanzas ghanesas se desvanecieron cuando Wakaso tiró alto un penalti muy protestado por los malienses que el árbitro había pitado por presunta mano en el área de Coulibaly.
Ghana recortó distancias a ocho minutos del final al tomar un disparo, desde fuera del área, de Asamoah, un efecto extraño que engañó completamente a Diakite.
Y Sigamary Diarra en el tiempo de descuento consiguió el tercero de los malienses, que estallaron de alegría por un tercer puesto que muy pocos esperaban al comenzar la competición.
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