La selección brasileña comenzó hoy en Río de Janeiro los entrenamientos para la Copa Confederaciones del próximo junio con tan solo 16 jugadores y Neymar a la cabeza.
El seleccionador brasileño, Luiz Felipe Scolari, dirigió una práctica de cerca de hora y media en el campo de la Escuela del Ejército en el barrio carioca de Urca, que se encuentra enclavada a los pies del cerro del Pan de Azúcar y a orillas de la bahía de Guanabara.
El entrenamiento fue suave y se centró en ejercicios tácticos.
Los jugadores comenzaron con un rondo para ejercitar el pase y luego hicieron un partido en campo corto, de media hora de duración, en el que marcaron goles jugadores como Filipe Luis, Leandro Damião y Marcelo.
Los brasileños también dedicaron unos minutos al final del entrenamiento para practicar los centros al área y el mano a mano contra los porteros.
La selección usó en el entrenamiento el balón de la liga brasileña, en lugar del "Cafusa", el esférico oficial de la Copa Confederaciones.
Un grupo de decenas de jóvenes asistió al entrenamiento y en todo momento gritó palabras de ánimo a Neymar, ídolo local.
Algunas adolescentes le pidieron que no se vaya al Barcelona, equipo español por el que acaba de fichar, y se desgañitaron cuando se levantó brevemente la camiseta.
Brasil tendrá mañana otro entrenamiento en el mismo campo, el viernes realizará una práctica en la cancha del club Flamengo y el sábado hará el reconocimiento de campo del estadio Maracaná, donde el domingo jugará un amistoso contra Inglaterra.
La selección anfitriona debutará en la Confederaciones el día 15 de junio contra Japón en Brasilia y también jugará contra Italia y México, los otros dos integrantes del Grupo A.
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