sábado, 2 de julio de 2011

Un espectáculo de luces y colores dio inicio a la Copa

El acto de inauguración recreó el Origen del Mundo. El punto culminante fue la interpretación del himno del torneo, Creo en América, a cargo de de Diego Torres e Ivete Sangalo.

La Plata-EFE.- El espectáculo el Origen del Mundo, que se cerró con la interpretación de la canción Creo en América, himno del torneo que cantó Diego Torres, abrió en el futurista estadio Ciudad de La Plata la 43 edición de la Copa América de fútbol.

La ceremonia inaugural de la competición se desarrolló poco antes del inicio del partido entre la selección anfitriona de Argentina y la de Bolivia, correspondiente al grupo A.

El considerado estadio más moderno de Sudamérica acogió un espectáculo de luz y color que giró sobre una media esfera situada en el centro del campo, que hacía las veces de pantalla múltiple alrededor de la que giraban los participantes en el acontecimiento.

El espectáculo corrió a cargo de Shango Entertaiment y concluyó con la actuación de Diego Torres, acompañada por Ivete Sangalo y ChocQuib Town.

Un total de 250 personas, entre bailarines, técnicos y artistas, estuvieron presentes en el show multimedia protagonizado por los cuatro elementos: fuego, aire, tierra y agua, y en la que en el vestuario de cada participante destacaban las luces cuyo color cambiaba y que llevaban en los brazos.

Sobre la esfera se proyectaron imágenes de goles y diferentes acciones futbolísticas de anteriores ediciones del torneo y un mapa de Argentina, que acoge la competición después de 24 años, pues la anterior Copa que se jugó en el país se remonta a 1987.

Todo ello en un estadio en el que destaca el inmenso marcador de cuatro caras ubicado en la parte alta, justo sobre el círculo central del terreno de juego de un recinto que ofrece la posibilidad de que todas las localidades estén a cubierto, ya que el voladizo que rodea todo el graderío llega prácticamente al borde del campo de juego.

La capacidad es para 36.000 espectadores sentados y la red de cables y piezas de acero de la cubierta permite que el estadio ofrezca una imagen vanguardista.

Sólo permanecieron ajenos al espectáculo los jugadores de las dos selecciones, que se preparaban en el vestuario para saltar al terreno de juego a calentar.

Cuando acabó la interpretación de Diego Torres, los aficionados argentinos empezaron a animar a su selección, al igual que hizo el millar de seguidores bolivianos que acudieron al estadio.

Otra mirada

MAL SERVICIO

Se pensaba que por ser Argentina, la internet no sería problema para el trabajo periodístico, sin embargo, fue mucha la sorpresa y la molestia de los representantes de medios locales e internacionales por la ausencia de señal en red y Wi-Fi.

Lo triste fue que la gente que estaba colaborando con la organización no daba razón de la falla, pues sólo se limitó a decir que estaban solucionando el problema, algo que no se resolvió.

FRÍO

Mientras el partido se calentaba en la cancha por la dinámica de ambos equipos, en las graderías la temperatura bajaba cada vez más. Cuando empezó el lance, la sensación térmica era de tres grados centígrados, luego bajó a cero. El viento helado sopló desde el sur y afectó a los aficionados.

HOMENAJE

Antes de que empiece el partido, una representación de la colectividad japonesa dio una vuelta a la cancha del estadio Único con la bandera de su país. Ese momento, el maestro de ceremonia envió un mensaje de solidaridad por los momentos difíciles que está viviendo esa nación tras el tsunami, que impidió que la selección asiática participe en la Copa América.

SE QUEDARON

Debido a que fueron sorteados para el control antidopaje, el golero Carlos Arias y el volante José Luis Chávez, quien ingresó en la segunda parte, se quedaron por casi una hora en el estadio; mientras el resto de la delegación adelantó su viaje al hotel de concentración. Javier Silva, el jefe de prensa, se quedó para acompañarlos.

Chávez dijo que valió el esfuerzo económico

El presidente de la Federación Boliviana de Fútbol, Carlos Chávez, dijo que valió la pena el esfuerzo económico que se hizo para trabajar por 20 días en Buenos Aires de cara a conformar un equipo con identidad.

“Éstas son las cosas que a uno lo dejan muy conforme, porque vi que los jugadores se entregaron para obtener un buen resultado, que al final se dio”, dijo el titular de la Federación, tras el final del partido. Chávez estuvo observando el duelo desde el palco dirigencial, que estaba en la tribuna norte.

Apuntó que si se mantiene esas ganas, pero sobre todo el buen funcionamiento, el equipo puede dar mejores resultados y de esa manera logrará avanzar a una segunda fase, algo que no sucede desde 1997, cuando la Copa se realizó en Bolivia.

La emoción se apoderó de Zambrana

La emoción de Fabio Zambrana por cantar el himno nacional de Bolivia era tanta como cuando debutó en su exitosa carrera con Azul Azul. El cantautor fue uno de los centros de atención en la previa de la jornada inaugural de la Copa América 2011. Dijo que estaba orgulloso de representar al país y que tenía confianza en que la Selección iba a dar una sorpresa. Fue parte de un espectacular show.

A las 16.00, Zambrana llegó al estadio para probar el sonido, lo hizo después de Diego Torres, que interpretó la canción oficial del torneo, Creo en América. El ensayo fue corto, pues todo estaba casi a punto. “Es como tener un estéreo muy cerca, perfecto el sonido”, dijo.

No pasó desapercibido ni siquiera para las cadenas internacionales, pues TyC Sport le hizo una entrevista y hasta cantó la Bomba. Luego se dirigió al palco de la prensa para saludar a los periodistas bolivianos, quienes estuvieron desde temprano instalando sus equipos de trabajo.

“El estadio es fantástico, como dice su nombre, es único”, manifestó el artista, quien cantó por primera vez el Himno Nacional en público y ante aproximadamente 36.000 personas. Estaba nervioso, pero era de la emoción y esperaba que no se le corte la voz porque estaba orgulloso de ser boliviano. “Quiero transmitirles a los jugadores muchos ánimos y que sientan orgullo de nuestra gente”, apuntó .

Fueron más de seis horas las que estuvo Fabio en el estadio, pues recorrió cada rincón del espectacular escenario, junto a Gabriel Fellman, uno de los empresarios que hizo posible su presencia en la inauguración.

La ceremonia, que empezó a las 19.30 (hora boliviana), fue pura tecnología audiovisual y de luces. Más de 100 bailarines vestidos con luces LED recrearon una historia que tenía como trama el nacimiento del fútbol y la lucha constante que tiene con las nuevas distracciones tecnológicas.

Fueron 30 minutos de una superproducción, que terminó con la canción de Diego Torres.

Luego se dio el momento esperado. La salida de los equipos y la actuación de los artistas invitados para entonar los respectivos himnos nacionales.

Con ánimo muy positivo, Zambrana palpitaba un buen resultado para la Verde, incluso una victoria ante la candidata para ganar el torneo. “Mi corazón late a mil por hora, de tantas emociones, le pedí a la organización que pueda mirar el encuentro desde donde sea”.

Una hora antes del acto, salió a la cancha acompañando a los jugadores que pisaron por unos minutos el campo, ya que no habían tenido la oportunidad de reconocerlo un día antes.

El momento esperado para Azul Azul llegó cuando salieron los equipos a la cancha. Fue play back, pues la pista comenzó a sonar antes de que él lo interprete. Luego siguió la letra y entonó el himno.

Aproximadamente mil bolivianos en las graderías cantaron a coro con Azul Azul. Minutos después, el balón empezó a rodar en la Plata.


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