Cerro, de Uruguay, resistió ayer a la altitud de la ciudad andina de Huaraz en su debut en la Copa Sudamericana para sacar un valioso empate sin goles ante Sport Rosario, de Perú, gracias a los palos, que impidieron el triunfo del equipo local en el primer partido internacional de su historia.
En un partido sin brillo alguno por parte de ambos equipos, los locales gozaron de las mejores ocasiones, pero la madera de la portería frustró los goles, tanto en un tiro libre del Christófer Gonzáles, repelido por el poste, como en un rebote posterior en el área uruguaya que impactó en el travesaño.
El encuentro comenzó vibrante, con los locales dispuestos a anotar un gol tempranero que comenzara a inclinar a favor la eliminatoria, pero este nunca llegó, aunque Raúl Tito estuvo a punto de conseguirlo con un remate que se escapó por encima del travesaño.
La intensidad de los locales se diluyó al promediar el primer tiempo, aparentemente contagiados por el ritmo lento y pausado que Cerro infringió en el partido.
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