viernes, 4 de mayo de 2012

UEFA ratifica sedes de la Euro

El director de la UEFA para la Eurocopa, Martin Kallen, aseguró ayer que ya no hay marcha atrás para la disputa del torneo en Ucrania y Polonia, pese al boicot político declarado a Kiev por varios líderes europeos. “No hay marcha atrás. Esa posibilidad ni se tiene en cuenta. Los preparativos para la Eurocopa van bien”, afirmó Kallen, en alusión a un posible traslado del torneo a otros países, citado por las agencias ucranianas.
Kallen adelantó que el próximo 11 de mayo la UEFA ya se hará cargo de la administración de los estadios que albergarán la Eurocopa y que algunas de las infraestructuras ya están bajo control de los expertos del organismo continental.
Además, el directivo de la UEFA aseguró tras los atentados con bomba perpetrados la pasada semana en la ciudad ucraniana de Dniepropetrovsk que “Ucrania es un país seguro”.
“Al respecto, tenemos una situación parecida a Alemania y Suiza. Todo irá bien”, destacó.
En los últimos días numerosos dirigentes europeos se han sumado al boicot declarado por la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Barroso, contra la Eurocopa en Ucrania.
El motivo es la condena a siete años de cárcel y el presunto maltrato en prisión a la ex primera ministra y actual líder opositora ucraniana, Yulia Timoshenko.
Ucrania ha rebatido las críticas. Argumenta que no se debe mezclar el deporte con la política y ha recibido el claro respaldo de la UEFA en ese sentido.
“Los países organizadores de los torneos son elegidos exclusivamente por criterios de desarrollo futbolístico”, señaló la UEFA en un comunicado.
La UEFA “cree firmemente que la independencia de consideraciones políticas es una absoluta necesidad para garantizar que a la gente siempre le quede el fútbol para jugar, soñar y animar, independientemente de la situación política en su país”.
Además, el organismo futbolístico continental añadió que “no se inmiscuirá en los asuntos políticos internos” de Ucrania o Polonia. Ucrania encontró el jueves un inesperado aliado en el primer ministro y presidente electo ruso, Vladímir Putin, quien criticó el boicot de los dirigentes europeos.
“Creo que de ninguna manera se puede mezclar la política y los negocios con el deporte. Hay que dejar en paz el deporte”, aseguró.

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