La selección nacional de Gales arrebató ayer el liderato del Grupo B a Israel en un partido de clasificación para la Eurocopa en el que los de Chris Coleman, liderados por el madridista Gareth Bale y Aaron Ramsey, hicieron una demostración de fuerza con un juego elegante y muy efectivo.
El control del centro del campo, del que los galeses se apoderaron casi desde el principio del partido, fue la clave de una victoria por 0-3 que cambia la cabeza de la clasificación y plantea muchas preguntas sobre una selección israelí que venía impulsada por tres victorias consecutivas.
Gales nunca disputó una gran competición desde el Mundial de Suecia 1958 y la Eurocopa de Francia es uno de los grandes retos del técnico Coleman, que demostró tener una orquestada maquinaria de juego.
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