Gales llegó a la Eurocopa 2016 como uno de los cinco equipos debutantes en esta edición y resultó ser una sorpresa agradable y uno de los mejores conjuntos, con un estilo de juego alegre y jugadores que han demostrado que llegar a estas instancias no es simple suerte, sino el producto del trabajo y el esfuerzo.
En su primera participación en una Eurocopa, logró el mayor hito futbolístico de su historia al clasificarse a semifinales tras derrotar a Bélgica 3-1.
Los galeses finalizaron primeros en el grupo B con seis puntos, seguidos por Inglaterra con cinco. Al terminar primero, Gales se enfrentó en octavos de final a Irlanda del Norte, a la que derrotó por la mínima diferencia. En cuartos la víctima fue Bélgica por 3-1, pero en semifinales terminó el sueño al caer por 2-0 con Portugal
"El final del torneo no es el final de un ciclo”, sostuvo el seleccionador galés Chris Coleman, después de un recorrido histórico de los Dragones hasta semifinales de la Eurocopa-2016, pero ahora todo el equipo, incluido su as Gareth Bale, ya mira con fe el próximo desafío: el Mundial de Rusia-2018. Ganador de la Liga de Campeones con el Real Madrid y Ronaldo, Bale sueña con volver a vivir estas sensaciones en el próximo gran torneo internacional: "Ahora que le tomamos el gusto, miramos hacia el futuro”, dijo el astro del Real.
Gales había disputado hasta ahora una sola fase final de gran torneo, el Mundial de Suecia-1958, en el que cayó en cuartos de final frente al Brasil de Pelé. Francia-2016 supuso un paso adelante.
"Había una suerte de obstáculo psicológico porque la última vez que nos habíamos clasificado a la fase final de un gran torneo databa de mucho tiempo”, subraya Coleman.
Pero los galeses han logrado quebrar ese trauma y ahora se imponen un doble desafío: no descansar sobre los laureles y volver a motivarse después de la decepción de estar tan cerca de la gloria.
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