“Mi método no es nada de especial. Hago preguntas que él contesta. Son, eso sí, preguntas transformadoras que llevan a que uno se cuestione sus actitudes”, explicó a EFE Torres, quizá la portuguesa más buscada al término de la final de París del pasado 10 de julio.
“Es mi entrenadora de alto rendimiento. Todos vosotros deberían conocerla”, dijo entonces el delantero luso-guineano, que, hasta marcar ese histórico tanto, era el miembro más discutido de entre los 23 convocados por el seleccionador luso, Fernando Santos.
Éder, un tímido futbolista que pasó la infancia en un orfanato y con un padre encarcelado, estuvo a punto de dejarlo todo después de una adversa temporada.
El Mundial de 2014, en el que le arrasaron con duras críticas, y unos discretos resultados en su club de entonces, el Braga, le llevaron a una situación límite.
En una intimista entrevista concedida esta semana al famoso periodista Daniel Oliviera, llegó a asumir que se planteó dejar la profesión de futbolista y, peor, pensó en desistir de la vida.
“¿De la vida?, ¿tal vez?, ¿de mi vida? Lo pensé. No sabía exactamente lo que estaba haciendo, pensaba que estaba molestando”, reconoció, en una emocionada respuesta.
“Cuando acudió a mí, en enero de 2015, no estaba logrando los resultados que deseaba”, rememoró la ‘mental coach’, profesión que podría traducirse como una especie de motivador o mentor.
En sesiones de hasta una hora y media, y entre dos y tres veces por semana, la ‘mental coach’ Torres logró que Éder centrase sus energías en “lo que podía controlar”.
“Aprendió a poner la atención en él mismo, en lo que controla, en su comportamiento y no centrarse en lo que decían de él, en lo que pensaba el entrenador, en compararse con los compañeros de equipo”, expuso.
Una vez alterada esa actitud, el resto de la vida del jugador acaba por verse positivamente afectada, corroboró.
“Él quería ser máximo goleador de la Eurocopa, pero no contaba con que no tendría los minutos necesarios para ello. Era algo que no podía controlar. Le dije entonces que alteraríamos el objetivo: iba a realizar un trabajo brillante en los entrenamientos”, recordó.
El excelente rendimiento de Éder en las prácticas sedujo a Santos, que echó mano del jugador en el minuto 79 de la final para sustituir a la revelación de la Eurocopa, Renato Sanches.
Tanta era la confianza de Éder en sí mismo que le dijo al entrenador que iba a marcar, confesó Susana Torres. Y así fue.
EFE
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