viernes, 2 de septiembre de 2011

Eurocopa Noruega 1 - 0 Islandia

No tuvo mucho éxito en las filas del Wimbledon FC y en el combinado nacional iraquí, pero Egil Olsen está labrando su propio camino como seleccionador de Noruega. Esta semana sus pupilos podrían dar un paso de gigante hacia la UEFA EURO 2012.

Noruega es uno de los tres equipos que se encuentran empatados en el liderato del Grupo H con Portugal y Dinamarca. Esta semana se medirá ante Islandia en casa y ante Dinamarca a continuación, por lo que el técnico de 69 años, que llevó a Noruega a las fases finales de las Copas Mundial de la FIFA de 1994 y 1998, está consiguiendo mucho crédito. Premiado con la renovación de su contrato hasta 2014, 'Drillo' comentó: "Estoy muy motivado para continuar como seleccionador y estoy muy contento de que la federación esté lo bastante satisfecho con mi trabajo y que quiera que continúe".

Pero se puede decir que en estas palabras el técnico se subestima a sí mismo. El éxito de Olsen en su segunda etapa es tan grande que la Federación de Fútbol de Noruega no dudó en ofrecerle una ampliación de dos años a su contrato en vigencia. Fue un reconocimiento para un entrenador que comentó un "soy demasiado viejo para esto ahora" cuando sustituyó a Åge Hareide como seleccionador en 2009.

El que una vez fue un eléctrico extremo (de ahí su apodo de 'Drillo'), Olsen fue internacional en 16 ocasiones con Noruega entre 1964 y 1971, cuando desarrolló su fútbol en un club de fútbol local. Consciente de su reputación como amante de una táctica de fútbol directo, la NFF se mostró reacia a poner a Olsen en el cargo por primera vez en 1990. Primero se hizo cargo del puesto de manera provisional y sólo cuando demostró su valía se hizo con el cargo de forma permanente.

Su énfasis en la organización y en el trabajo en equipo continúa definiendo la filosofía de fútbol de Olsen. Los jugadores de Noruega todavía lo veneran por su habilidad para dar simples y precisas instrucciones. Sus jugadores parecen saber exactamente qué se espera de ellos, y la habilidad de Olsen para maximizar el potencial de su equipo a través de la táctica llevó a Noruega a los Mundiales de 1994 y 1998, sus primeras fases finales desde 1938.

La importancia del colectivo por encima del lucimiento individual sigue creando controversia en algunos círculos de opinión, pero los noruegos llevan a Olsen en sus corazones. En 1994 se podía incluso comprar un helado "Drillo". Sin embargo, ese apelativo se perdió en la traducción con su marcha a la Premier. Su Wimbledon descendió en 2000 y su suerte no fue mejor como seleccionador de Irak, ya que supo de su destitución cuando se nombró a su recambio.

Olsen parecía significar una vuelta al pasado cuando fue nombrado otra vez seleccionador de Noruega (una vez más como interino) en 2009, pero mientras que su juego con balones largos seguía siendo una apuesta firme también lo era el rigor táctico. El equipo que parecía derrumbarse bajo el mando de Hareide volvía a tener consistencia. "Soy el primero en reconocer que nuestro juego de ataque deja mucho que desear, pero defensivamente somo un equipo de clase mundial", comentó tras su victoria en el Grupo H sobre Portugal.

Olsen sigue siendo un excéntrico. Publicó un libro de preguntas geográficas (una de sus obsesiones) y es sabido que odia la música. Pero si Noruega alcanza su primera fase final desde la UEFA EURO 2000 sus curiosos métodos no serán reprochados por nadie.

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