Si Andrés Iniesta, Peter Cech o Mesut Ozil son considerados como yernos ideales, también existe una lista de jugadores con peor cartel, como el italiano Mario Balotelli, el sueco Zlatan Ibrahimovic, el holandés Mark Van Bommel o el inglés John Terry.
Balotelli ha tenido que ser reprendido en ocasiones por sus entrenadores por su actitud en el campo o fuera de él, como en los casos de José Mourinho (cuando era entrenador del Inter) y Roberto Mancini (Manchester City).
El 20 de abril de 2010, en un Inter-Barcelona, en Giusseppe Meazza, en la ida de semifinales de la Liga de Campeones, que terminó con victoria italiana (3-1), el jugador de origen ghanés respondió a los silbidos de sus aficionados, arrojando la camiseta al suelo.
Dos meses después, una mujer avisó a la policía de Milán de que unos jóvenes estaban disparando. Eran Mario Balotelli y unos amigos con unas pistolas de juguete.
En octubre de 2011, a pocas horas de un clásico con el Manchester United, se declaró un incendio en la casa de Balotelli, después de que el jugador y unos amigos lanzaran unos petardos, que prendieron fuego en ropas y telas de la mansión.
En marzo de 2012 se enzarzó en una discusión con su compañero del Manchester City, Aleksandar Kolarov, ya que los dos querían lanzar un tiro libre, y sus compañeros tuvieron que intervenir.
"Si encuentras a alguien como yo, te pago una cena", dijo recientemente en declaraciones a la prensa francesa el jugador, quien aseguró también que ha madurado.
El sueco de origen balcánico, Zlatan Ibrahimovic, también ha destacado por sus declaraciones y enfrentamientos con compañeros y entrenadores. El caso más ilustrativo fue la guerra que declaró a Josep Guardiola, que fue su técnico en el Barcelona.
Tras un partido de la liga española, contra el Villarreal en mayo de 2010, en el que el sueco salió al campo cuando quedaban cinco minutos para el final, Ibrahimovic se enfrentó a Guardiola.
"Le grité: No tienes huevos, y probablemente peores cosas que esa, y luego le dije: 'Te cagas con Mourinho. Vete a tomar por el culo'. Me volví loco", explica en su libro autobiográfico Ibrahimovic.
Otro que se destaca por sus salidas de tono es el inglés John Terry. Un diario inglés sorprendió a su padre vendiendo cocaína y después se descubrió que el defensa cobraba por hacer visitas guiadas al Chelsea sin conocimiento del club. Pero lo más grave llegó cuando se supo que tenía una relación con la mujer de un compañero y amigo suyo del Chelsea, Wayne Bridge.
Terry también está acusado de haber proferido insultos racistas contra el jugador del Queens Park Rangers Anton Ferdinand en el mes de octubre pasado durante un partido de la Premier League inglesa.
Otro jugador que ha dado que hablar por su comportamiento ha sido el holandés Mark Van Bommel, que ha tenido varios problemas con hinchadas y jugadores rivales, haciendo perder los nervios incluso a Andrés Iniesta en la final del Mundial-2010, ganada por España a la Oranje.
El portugués Pepe, que esta temporada pisó la mano al argentino Leo Messi en un clásico y que ha participado en varios acciones agresivas en partidos, también puede ser incluido en la serie de esos jugadores.
En la selección francesa, el centrocampista del Newcastle, Hatem Ben Arfa, disputa su primer gran torneo internacional. Considerado por muchos el jugador galo más talentoso, muchos entrenadores le huyeron por un carácter que no facilitaba su integración en un grupo.
Estos jugadores constituyen una selección de hombres, indiscutibles por su talento, pero discutidos por entrenadores, prensa y públicos por otras razones.
AFP
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