miércoles, 13 de junio de 2012

La batalla campal de Varsovia deja más de 100 detenidos

La batalla campal en Varsovia. Los incidentes entre hinchas rusos y polacos en las inmediaciones del Estadio Nacional de Varsovia se saldó la tarde de este martes, ya antes de la disputa del partido entre ambas selecciones, con varios heridos y al menos centenar de detenidos . Los violentos enfrentamientos obligaron a la policía a utilizar un cañón de agua y gases lacrimógenos para dispersar a los 'hooligans', que protagonizaron numerosas peleas en las calles cercanas al escenario del encuentro.

Los rusos, protegidos por la Policía

Con un fuerte dispositivo de seguridad en la capital polaca, los hinchas rusos iniciaron a partir de las 17:00 horas una marcha hacia el puente Poniatowski, que cruza el Vístula, con cánticos de ánimo para sus jugadores, como 'Venimos aquí para ganar' o 'Rusia, Rusia'. La policía les mantuvo entonces protegidos de posibles incidentes durante gran parte del recorrido, como el protagonizado por una decena de aficionados polacos, que les lanzó un petardo y profirió insultos contra los visitantes.

Cerca del estadio hubo nuevas disputas entre aficionados de ambos países y la policía tuvo que intervenir. Poco después anunció la detención de sesenta radicales, "de un lado y del otro". Hasta entonces la marcha de los hinchas rusos había transcurrido con normalidad.

Este martes era el día nacional de Rusia, y la marcha de dos kilómetros del centro de Varsovia hasta el estadio fue aprobada por las autoridades locales, a pesar de las protestas de la oposición polaca conservadora, que tachó la manifestación de acto de provocación y pidió "que fuera prohibida", según la 'BBC'. Además, y según informó este medio británico, algunos tabloides polacos calentaron el ambiente con titulares como 'Atacar a los moscovitas' o 'Esto es más que un partido'.

12.000 aficionados rusos y 6.000 policías polacos

"Estamos preparados. Vamos a ganar 3-1", declaró a la AFP Yuri Kharlamov, moscovita desplazado a Polonia para el partido. "Ya veremos cuál es el resultado, pero nadie desea que el equipo anfitrión quede eliminado en la fase de grupos", añadió su amigo Andrei Yasterov, temiendo una ayuda arbitral al equipo de casa.

Según las autoridades polacas, unos 12.000 aficionados rusos se encontraban este martes en Varsovia con motivo del partido, principalmente en el estadio y la 'fanzone' habilitada para los hinchas sin entrada en el centro de la ciudad. El partido generó una gran expectación por las tensas relaciones históricas entre los dos países y la rivalidad existente, que se traslada también al fútbol.

El ministro polaco del Interior, Jacek Chichocki, había avanzado por la mañana, horas antes de la marcha de los rusos y del partido en el Estadio Nacional, los datos del despliegue especial de agentes del orden, que se elevaba a 6.000 policías destinados a prevenir incidentes. Los preparativos para este encuentro constituían "el mayor desafío" para la policía polaca por el temor a disturbios antes, durante o después del partido, según el ministro.

"La policía de Varsovia tomó la decisión de desplegar más patrullas en la ciudad. Puede ser que los policías realicen controles de identidad", anunció Cichocki a los periodistas. "Se trata de 'pescar' a las personas sobre las que pesaba una prohibición de ingreso al estadio, que no deben estar en Varsovia el día del partido", explicó entonces.

En ese contexto, Cichocki recordó que la policía había identificado a "la mayoría" de los hinchas rusos que había atacado con puñetazos y patadas a voluntarios en el estadio de Wroclaw, el viernes, tras el triunfo de Rusia frente a República Checa (4-1). "Algunos ya volvieron a su país, pero si la investigación prueba que participaron en la agresión, van a ser enjuiciados, en cooperación con las autoridades rusas", sostuvo el ministro.

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