Alemania tomó el liderato del grupo A de clasificación para la Eurocopa tras golear el viernes a Turquía por 3-0 con dos goles de Miroslav Klose y uno del madridista Mesut Özil, en un partido en el que tuvo algunas dificultades durante el primer tiempo antes de adelantarse y hacerse luego claro dominador del mismo.
El encuentro no fue fácil para Özil, que jugaba por primera vez contra el país de origen de sus padres y que fue silbado por los aficionados turcos cada vez que tomaba el balón. Más tarde, por respeto, el madridista apenas celebró su gol, con un abrazo con Thomas Müller.
Los dos equipos salieron al campo con muchas precauciones y durante buena parte del primer tiempo terminaron neutralizándose mutuamente, por lo que durante fases relativamente largas el partido daba la impresión de ser aburrido.
Sólo esporádicamente se producían aproximaciones a la portería. Del lado alemán, otro madridista, Sami Khedira, llegó con algún peligro por la banda derecha, pero su disparo resultó inofensivo; y en el minuto 16 Mesut Özil tuvo la primera ocasión clara del partido, que fue conjurada con una gran parada de Volkan Demirel.
Del lado turco, en el 26 Holger Badstuber logró evitar en el último un instante el remate desde buena posición de Halil Altintop.
Todo eso eran conatos aislados en medio de un partido en lo que más notable fue la lesión de Mehmet Aurelio, que se dañó solo, al dar un mal paso, y tuvo que ser sustituido; y la de Servet Cetin, que tuvo un choque con el meta alemán Manuel Neuer pero pudo volver al campo.
En general, el partido era parejo y los dos equipos parecían a la espera de un error del contrario.
Alemania, empezó a ensayar con centros a la olla y en el 42 encontró el gol por esa vía. Philipp Lahm centró desde la derecha, Thomas Müller remató de cabeza contra el larguero y Miroslav Klose aprovechó el rebote para marcar de cabeza desde menos de un metro y con Volkan Demirel en el suelo.
Tras el gol el juego alemán se hizo más fluido, pero Turquía tuvo también momentos de peligrosidad y hubo un momento en que la historia del partido hubiera podido tomar otro desarrollo cuando, en el 53, el meta Manuel Neuer reaccionó con una increíble parada a un remate a quemarropa de Halil Altintop.
La sentencia llegó en un contragolpe con un pase de Lahm a Özil, que dejó al madridista solo ante Demirel para definir sin problemas. El tercero, de Klose, por entre las piernas de Volkan Demirel, fue tal vez demasiado castigo, porque Turquía no fue tan inferior. Pero después incluso hubiera podido llegar el cuarto.
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