lunes, 11 de julio de 2016

La Eurocopa marcó el adiós de Del Bosque, Hodgson, Conte y Slutsky



La Eurocopa de Francia marcó el final de la etapa de Vicente del Bosque al frente de la selección española, de Roy Hodgson con la inglesa, de Antonio Conte en Italia y de Leonid Slutsky al frente de Rusia, entre otros.

Después de ocho años en el cargo, Del Bosque había enviado mensajes antes del torneo de que era el momento de dejarlo, pero no había sido tajante.

Tampoco lo fue cuando la selección española fue eliminada en octavos de final por Italia. Pospuso su decisión a una conversación con el presidente de la Federación Española, Ángel Villar, y a éste le comunicó que no iba a seguir hasta el Mundial de Rusia.

Fue una extraña salida, con reproches inesperados al capitán Iker Casillas, con el que días después arregló sus desencuentros. Cerró en falso la etapa más gloriosa de La Roja, que comenzó con Luis Aragonés y la victoria en Austria-Suiza 2008, y prosiguió Del Bosque con la consecución el Mundial de Sudáfrica 2010 y la Eurocopa de Ucrania-Polonia 2012.

España aguarda su sustituto sin saber aún si debe comenzar una nueva etapa o tratar de recuperar a algunos de los principales protagonistas de su época dorada.

Roy Hodgson no esperó, siquiera, a llegar al Reino Unido. En la misma sala de prensa del Allianz-Riviera de Niza, el veterano técnico británico leyó un comunicado informando de su renuncia, sin admitir preguntas.

Mientras la federación inglesa busca un sustituto -lo que no está siendo fácil- el debate se extiende a cuál debe ser su modelo y qué jugador puede liderar a la que se presupone una futura generación de oro.

La renuncia de Leonid Slutsky complica el futuro de la selección que será anfitriona del próximo Mundial. Slutsky, un entrenador joven, conocedor del fútbol ruso, parecía el hombre ideal tras la fracasada etapa de Fabio Capello, pero su equipo fue una de las grandes decepciones.

Rusia no ofreció nada más reseñable que la violencia de unos ultras que se han convertido en un problema, a dos años vista del Mundial.

Antonio Conte, al contrario, fue despedido con honores, por la afición italiana y por unos jugadores que recuperaron la confianza en sus posibilidades gracias a su seleccionador.

Convencido de que su selección andaba muy justa de talento, Conte recurrió a la parte emocional, al automatismo de esquemas defensivos y ofensivos y a una solidaridad que hizo que cada jugador italiano supiese en cada momento qué tenía que hacer sobre el terreno de juego.

Tras caer en cuartos, en la tanda de penaltis frente a Alemania, Conte dejó una puerta abierta; "no es un adiós sino un hasta luego", señaló el ya exseleccionador, que comienza la aventura inglesa con el Chelsea.

También tuvo una dulce despedida el entrenador sueco Lars Lagerbäck, que deja Islandia en manos de Heimir Hallgrimsson, el otro inquilino del banquillo vikingo.

Ambos formaron un curioso dúo, que acudía de forma conjunta a las ruedas de prensa y pareció en todo momento complementario; el sueco aportaba su experiencia y conocimiento del fútbol internacional y el islandés el contacto directo con los jugadores. Hallgrimsson, ahora, asumirá en solitario la tarea de mantener a la isla dentro de la nobleza europea. (11-07-2016)


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