El técnico de México no pudo ocultar el papelón del árbitro estadounidense Mark Geiger, en el partido que anoche el conjunto azteca le ganó a Panamá por 2-1 en la semifinal de la Copa de Oro. Es que México se quedaba afuera y el juez le regaló un penal a los 44 minutos del segundo tiempo, y otro en el alargue. El partido estuvo caliente desde el arranque. A los 24, Luis Tejada pegó un codazo, vio la roja y Panamá se quedó con diez. Sin embargo, mantuvo el orden y jugó con inteligencia. Tuvo su premio a los 11 del complemento, cuando el defensor Román Torres ganó de arriba y abrió el marcador.
El reloj corría, México se quedaba afuera y entonces entró en acción el árbitro, que sancionó un penal inexistente por supuesta mano de Román, quien cayó de espaldas sobre la pelota. Los panameños amagaron con dejar la cancha y el partido estuvo detenido por diez minutos. En la reanudación, Guardado estampó el empate.
En el alargue, Panamá perdió la línea y México fue más. Pero precisó de otro error arbitral para encontrar la victoria. Fue cuando Javier Orozco ingresó al área y se desplomó ante un leve contacto de Harold Cummings. Guardado volvió a facturar y los aztecas pasaron a la final. "Fue el partido más extraño que me tocó jugar", confesó Guardado. "Me pongo en el lugar de los jugadores de Panamá y entiendo su enojo. Es una situación muy incómoda", afirmó.
Los jugadores de Panamá, mientras tanto, se descargaron en el vestuario y se manifestaron en las redes sociales con una bandera:"Concacaf ladrones". Mientras tanto, el entrenador mexicano Herrera les dio la derecha: "El primer penal no fue. Nosotros no provocamos los errores a nuestro favor. Nadie está contento por haber ganado así, estamos molestos por la forma en que nos presentamos en la cancha". La Copa de Oro sigue, y el domingo se definirá con el duelo entre México y Jamaica, que le ganó al local Estados Unidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario