Estos son los acontecimientos que marcaron la cuadragésima cuarta edición de la Copa América, ganada el sábado por Chile al vencer a Argentina por 4-1 en penales (0-0 en 120 minutos) en la final disputada en Santiago.
Messi, el rey sin corona. A nueve días de cumplirse un año de la final perdida del Mundial Brasil-2014 contra Alemania, el astro Lionel Messi y compañía tatuaron en el alma una nueva cicatriz al perder la final de la Copa América 2015.
Chile, nuevo monarca de América. La Roja alcanzó por fin su primer título de Copa América en 36 participaciones al imponerse en la finales, una corona que premió a la que es considerada la mejor generación.
La 'caricia' de Jara a Cavani. El defensor central chileno Gonzalo Jara protagonizó la peor acción del certamen: introdujo un dedo en el ano de Edinson Cavani en el partido que Chile ganó 1-0 a Uruguay por los cuartos de final en Santiago.
Neymar y su día de furia. Desquiciado por el agresivo marcaje que sufrió en la derrota 1-0 ante Colombia en Santiago, el astro del Barcelona lanzó un pelotazo con el partido terminado al lateral izquierdo Pablo Armero, lanzó un cabezazo al defensor central Jeison Murillo e insultó al árbitro.
El escándalo de Vidal. El chileno se fue a un casino en las afueras de Santiago, tomó unas copas y al regresar a la concentración se estrelló con su Ferrari. Tras una noche detenido en una comisaría y en medio del escándalo que sacudió el mundo del fútbol, quedó en libertad y su equipo lo aceptó de vuelta sin el más mínimo regaño en público.
La dirigencia de la Conmebol ausente. Con el impactante operativo de la justicia estadounidense y suiza para acabar con la corrupción en la FIFA, pocos dirigentes del mundo del fútbol viajaron a Chile. El gran ausente fue el presidente de la Conmebol y también vicepresidente de la FIFA, el paraguayo Juan Ángel Napout.
Un selfie con Messi. La imagen más curiosa de la competición fue ver al delantero jamaiquino Deshorn Brown pidiendo, teléfono en mano, a Lionel Messi que posaran juntos en una fotografía en el propio césped del estadio Sausalito en Viña del Mar.
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