viernes, 14 de junio de 2013

Los seis escenarios son de lujo



Brasil organiza la Copa en seis grandes ciudades, distantes, muy diferentes entre sí y que ahora tienen en común seis estadios de lujo, cuya construcción exigió elevadas inversiones y estuvo regada de polémicas.

Brasilia es la sede de la inauguración, Río de Janeiro recibe la final y otros dos partidos, mientras que Fortaleza (capital del estado de Ceará), Recife (Pernambuco), Salvador (Bahía) y Belo Horizonte (Minas Gerais) disfrutarán de tres juegos cada una.

La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, que inauguró todos los estadios, dijo recientemente que le impresionó “la belleza y la modernidad” de los seis recintos, la mitad de ellos nuevos y la otra mitad sometidos a reformas integrales.

Con la excepción de Fortaleza y Belo Horizonte, únicas sedes que cumplieron los plazos estipulados por la FIFA, la construcción causó una oleada de polémicas, por los atrasos y aumentos presupuestarios, en especial en el caso de Río, donde las obras han continuado hasta la primera semana de junio. El resultado ha sido la transformación del Maracaná, estadio de leyenda construido para el Mundial de 1950, en un recinto cinco estrellas, con todo el confort, un aspecto espectacular y numerosos elementos “verdes”, para reciclar agua y ahorrar electricidad.

La remodelación, que ha reducido su aforo a 76.804 localidades, desagradó a los melancólicos, que lamentan que se hayan mantenido muy pocos rasgos del diseño original.

En aras de mejorar la visibilidad, se eliminó la grada superior, donde en el pasado se ubicaba la general, un sector que era muy peculiar porque oscilaba de forma trepidante cuando los hinchas celebraban un gol.

Los críticos también reprochan el alto costo de la obra, que ha ido aumentando paulatinamente hasta rondar los 600 millones de dólares, cifra a la que también se acerca el Estadio Nacional de Brasilia, que recibirá el partido inaugural. El Nacional es una edificación de dimensión descomunal, con un aforo de 70.064 espectadores y un graderío muy vertical, cercano al campo, que hará de él una olla a presión.

Los datos

La mitad. Los seis estadios forman parte de los 12 —la mayoría nuevos— que Brasil alista para que el próximo año se lleve a cabo en ese país la Copa del Mundo.

Dos ‘monstruos’. El Mané Garrincha, de Brasilia, albergará el partido inaugural del campeonato; y el Maracaná, de Río de Janeiro, será el estadio de la final.


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