lunes, 22 de junio de 2015

Hechos insólitos en la historia de la Copa América

La Copa América es uno de los campeonatos de selecciones de fútbol más antiguos del mundo. Cumple 99 años de vida con Chile 2015, que inició el 11 de junio y finalizará el 4 de julio y en tantos años de historia es imposible no tener hechos curiosos que contar.

Este torneo sudamericano es uno de los más antiguos del mundo. Solo dos campeonatos de fútbol internacionales por selecciones son más viejos: el British Home Championship de 1884 (desapareció en 1984) y los Juegos Olímpicos de 1908.

La primera Copa América (llamada en sus inicios Campeonato Sudamericano) se realizó en 1916 para celebrar el centenario de la independencia de Argentina. Ese primer torneo que se disputó en la cancha del Club de Gimnasia y Esgrima de Buenos Aires (GEBA) contó con sólo cuatro equipos: Argentina, Brasil, Chile y Uruguay.

Pero además esta copa sirvió para que los países fundaran la Conmebol (Confederación Sudamericana de Fútbol), que fue la primera de las seis confederaciones que hoy en día forman la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA).

Durante casi siglo de vida en la Copa América pasaron muchos hechos curiosos, como por ejemplo que durante muchos años los equipos participaron de manera irregular (en la edición de 1925 en Argentina sólo jugaron tres equipos), pero en 1986, la Conmebol decidió establecer la asistencia obligatoria para sus 10 federaciones.

Que la Copa tuvo una década de paréntesis, porque las relaciones entre las federaciones uruguaya y argentina estaban rotas tras el Mundial de 1930, lo que impidió la realización del torneo. En 1935 fue posible realizar una edición especial del evento, aunque hubo que esperar a 1939 para que éste se retomara con normalidad.

Un hecho realmente curioso es que Paraguay organizó en dos oportunidades la Copa, pero no en territorio guaraní. A Paraguay le tocaba realizar el torneo en 1924 y 1953, pero no pudo ejercer de anfitrión debido a la falta de infraestructuras.

En el primer caso, se celebró en Uruguay y en el segundo, en Perú, aunque en ambas ocasiones el organizador fue la Asociación Paraguaya de fútbol.

Los guaraníes tuvieron que esperar a 1999 para acoger una Copa América en su territorio, en el que fueron eliminados en cuartos en la tanda de penaltis frente a Uruguay.

En Uruguay 1917 la selección argentina volvió a su país luego de ganar sus dos primeros partidos, porque los jugadores tenían que asistir a sus trabajos. Volvieron a Montevideo pocas horas antes del partido decisivo contra los uruguayos.
Algunos de esos hechos curiosos marcaron la historia del fútbol sudamericano o por lo menos así lo considera el periodista argentino Luciano Wernicke, un historiador del fútbol, que se ha encargado de recoger las anécdotas más jugosas de este y otros torneos.

Wernicke es el autor de “Historias insólitas del fútbol” (2014) y escribió una serie de libros bajo el nombre “historias insólitas” que recopilan los momentos más curiosos de los Mundiales, los Juegos Olímpicos e incluso la Copa Libertadores.
Wernicke cuenta cinco de los hechos más increíbles de este torneo, entre ellos por ejemplo como Argentina tuvo que completar su equipo con un jugador de las tribunas para no ser eliminado en 1916, o como la selección chilena de 1919 tardó 40 días en retornar de Brasil donde se disputó la tercera edición de la Copa América, o como el goleador histórico de uno de los clubes más grandes de Argentina, el Boca Juniors, marró tres tiros penales en un solo partido, o como en Brasil entre los años 1919 y 1922 el Gobierno prohibió que jugaran los mulatos.

VUELTA A CASA EN 40 DÍAS

Tras el primer torneo en Buenos Aires y el segundo, al año siguiente, en Montevideo –ambos ganados por Uruguay-, era el turno de Río de Janeiro para ser anfitrión de la Copa América.

Esa tercera edición debía disputarse en 1918, pero una epidemia de gripe postergó el encuentro que finalmente se jugó en 1919.

La sede brasileña fue un desafío especialmente grande para los chilenos, que venían de más lejos. Debieron viajar en tren hasta Argentina y desde Buenos Aires tomaron un barco con la selección celeste y blanca hasta la ciudad carioca.

Pero el problema se dio a la vuelta del torneo (que ganó por primera vez Brasil). Una tormenta de nieve cerró el cruce a través de los Andes, dejando a los jugadores chilenos varados en la ciudad argentina de Mendoza, en la frontera con su país.

Sin recursos para alojarse allí –los futbolistas costeaban el viaje de sus propios bolsillos- tomaron la decisión de hacer el cruce en mula, que tardaron dos semanas en atravesarla.

Eventualmente llegaron sanos y salvos a Santiago, 40 días después de haber partido de Río.

Seguramente los chilenos hayan tenido pocos motivos felices para recordar ese Campeonato: además del infernal viaje, salieron últimos.



EL ANFITRIÓN QUE CASI ES ELIMINADO

El primer torneo, de 1916, casi queda en la historia por más que solo ser la primera Copa América (o Campeonato Sudamericano, como le decían entonces).

Argentina, el país anfitrión, casi queda eliminada por no tener suficientes jugadores.

Resulta que en ese entonces el fútbol era un deporte amateur y si bien el país había elegido a sus 11 representantes, uno debió ausentarse a último momento por un viaje laboral impostergable y no pudo jugar el segundo partido del campeonato.

En esa época no existían los cambios: todos los jugadores debían disputar el partido entero, y no había tarjetas amarillas o rojas. Por eso, no se convocaba a suplentes.

Con solo 10 jugadores, y faltando poco para que comenzara el encuentro contra Brasil –el primero, contra Chile, lo había ganado 6 a 1-, Argentina estuvo al borde de declararse afuera.

Pero zafó del papelón por una casualidad. Uno de los jugadores argentinos reconoció entre el público que colmaba las gradas del estadio de GEBA a José Laguna, futbolista del club Huracán.

Convocado de urgencia, Laguna aceptó ser parte del encuentro y de hecho resultó providencial para el país anfitrión ya que marcó el único gol argentino y el partido finalizó empatado a un gol por lado (1-1).



BRASIL NO PERMITÍA JUGADORES NEGROS

A veces la pasión por el fútbol genera cambios sociales o incluso políticos. Eso mismo ocurrió en 1922, cuando Brasil fue anfitrión del Campeonato Sudamericano por segunda vez.

Un decreto del presidente Epitácio Pessoa (1919-1922) había prohibido que los hombres de raza negra jugaran en la liga local de fútbol o integraran la selección. Eso dejaba fuera de la escuadra nacional a Arthur Friedenreich, un mulato de padre alemán y madre brasileña que era considerado el mejor futbolista del país.

Friedenreich había sido el goleador de la Copa en 1919, antes de que se impusiera la veda. Luego de un desempeño deslucido de su equipo en los torneos de 1920 y 1921, el pueblo brasileño exigió que se le permitiera a Friedenreich volver a jugar en la edición de 1922, nuevamente en tierra carioca.

El orgullo deportivo pudo más y el Gobierno cedió. Brasil obtuvo nuevamente la Copa, y Pessoa levantó su decreto.

Arthur Friedenreich –apodado “El Tigre”, “Mulato de ojos verdes” o “Rey del Fútbol” aún es recordado como una de las grandes glorias del fútbol brasileño. Algunos incluso sostienen que anotó más goles que Pelé, algo sobre lo que no existen registros oficiales.



RÉCORD DE PENALES ERRADOS EN UN SOLO PARTIDO

La Copa América también marcó algunas efemérides que sus protagonistas preferirían olvidar...

Este es el caso del jugador argentino Martín Palermo, quien en la edición de 1999 logró la dudosa hazaña de errar tres penales en un solo partido.

El hecho –que nunca se ha repetido en la historia del fútbol profesional- ocurrió en un partido contra Colombia, en el que Argentina perdió 3 a 0.

Como premio consuelo, Palermo terminó el torneo –que ganó Brasil- como el máximo goleador argentino, con tres tantos (dos menos que los goleadores de esa Copa: Ronaldo y Rivaldo).

En el primer penal Martín Palermo intentó asegurar el gol, pateó fuerte, al medio y arriba, pero la fuerza que le plasmó el jugador fue mucha y la pelota se estrelló con el travesaño para luego salir del área colombiana.

Pero Palermo por coraje no se quedó, Colombia volvió a cometer un penal y Martín Palermo se volvió a para frente al punto penal para disparar desde los 12 pasos. ¿El problema? Parece que los nervios traicionaron al ahora ídolo de Boca Juniors, ya que pateó con más fuerza que antes y la pelota simplemente se fue desviada hacia las nubes.

Colombia se iba a poner 3-0 y la verdad es que a estas alturas el resultado había pasado a segundo plano, sobre todo cuando el árbitro cobró un penal inexistente a Palermo quien testarudo insistió en pararse frente a la pelota para ejecutar la pena máxima dentro del área rival.

“Palermo quiere ser récord mundial”, presagió un comentarista de fútbol que finalmente tuvo razón, ya que Martín Palermo pateó a un costado y el golero colombiano Miguel Calero manoteó para terminar hundir a Palermo y a la selección Argentina.



UN FINALISTA SIN GANAR NI UN PARTIDO

La última edición de la Copa América (2011) también hizo historia por motivos cuestionables.

El torneo, disputado en Argentina, tuvo a un finalista que llegó a esa instancia a pesar de no haber ganado un solo partido.
Paraguay logró ese inusual hito empatando los tres partidos que disputó en la zona de grupos (obtuvo el pase como segundo mejor tercer puesto).

En cuartos también empató con Brasil, pero ese país erró todos sus penales.

En semis también le ganó a Venezuela por penales.

Y así llegó a la final contra Uruguay sin haber ganado un solo encuentro, algo que nunca había pasado antes.

Eso llevó a los organizadores (la Conmebol) a anunciar que en el futuro habrá 16 equipos –en vez de los 12 actuales- y el torneo será diferente.

Los cambios podrían verse en una edición especial de la Copa, planeada en Estados Unidos para 2016, en honor al centenario del torneo.

Pero aún resta que se confirme su organización, tras el reciente escándalo que envuelve al fútbol regional y a la FIFA.

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