miércoles, 8 de junio de 2011

Para EEUU, la Copa Oro es bien importante

El verano está aquí. Y por tercer año consecutivo, eso implica que los Estados Unidos está a punto de meterse en un gran torneo internacional. Esta vez, la selección jugará en la Copa Oro 2011, que coronará al campeón de Norte y Centro América y el Caribe. "Esperen", dirán ustedes. "¿Gran torneo... la Copa Oro? ¿Ese torneo al cual el equipo de los Estados Unidos mandó una escuadra de casi todos promesas futuras que luego fue apaleado por 5-0 por México en la final la última vez?¿En serio?"

Bueno, sí. Y aquí les damos cinco razones por las cuales vale la pena prestar atención a este torneo:

1. Es un boleto hacia la Copa Confederaciones

Tal como lo sabrá el equipo de los Estados Unidos a estas alturas, llegar a la Copa Mundial puede reducirse a una serie de obstáculos que hay que sortear, expandidos entre la etapa de calificación llena de formalidades primero para luego pasar a los verdaderos desafíos hacia el final.

El obstáculo final no es obligatorio, pero es más útil que la mayoría de los demás en el proceso de armar un equipo. Esa es la Copa Confederaciones, el torneo que en cada cuatrienio organiza la nación anfitriona de la Copa Mundial para prepararse para ese evento. Y mientras que esta Gold Cup no tiene relevancia a la hora de ver quién logra ir a Brasil para la Copa Mundial de 2014, se usa para decidir quién va a Brasil para la Copa Confederaciones en 2013.

Esto es vitalmente importante para un país como los Estados Unidos, que necesitan toda la ayuda que puedan recabar para llegar a la Copa Mundial.

De todos los países que siguieron adelante para jugar en la Copa Mundial 2010 luego de participar en la Copa Confederaciones, solamente Italia y Brasil jugaron por encima de lo esperado. La familiaridad que la Copa Confederaciones le aporta a sus participantes, dándole una oportunidad de aclimatarse en el país anfitrión de la Copa Mundial un año antes de que comience el gran show, es impagable para equipos más pequeños que buscan ganar algo de ventaja. Los Estados Unidos, por ejemplo, ya habían jugado en todos los estadios en los que compitieron durante la Copa Mundial en Sudáfrica gracias a su experiencia previa en la Copa Confederaciones.

Pero solamente si los Estados Unidos ganan la Copa Oro podrán calificar para la Copa Confederaciones. Eso, más que el prestigio mismo de ganar la Copa Oro, es lo que realmente importa.

2. Tiempo significativo

Para los programas de los seleccionados nacionales, el tiempo significativo que se pasa como grupo es precioso, especialmente para un equipo tan trabajador como el de los Estados Unidos, que descansa sobre un fuerte espíritu de equipo para ayudarlo a lograr más de lo propuesto.

Eso hace que torneos como la Gold Cup sean más que importantes para alentar la cohesión y acomodar nuevas piezas en la química del grupo. Mientras que algunos dicen que el espíritu de equipo está sobrevaluado, es raro encontrar un país que juegue bien en el terreno de juego y que no tenga mucha química en los vestuarios. Digámoslo: la Gold Cup es el único período largo de tiempo que el equipo mayor completo (exceptuando al lesionado mediocampista Stuart Holden) pasará unido en un torneo durante semanas hasta el verano del 2013.

3. El esfuerzo de reconstrucción

Este tiempo juntos también es invalorable porque el equipo estadounidense tiene cosas para remodelar. Tal como ha sido bien publicitado hasta ahora, tres cuartas partes del equipo titular de la Copa Mundial 2010 (el capitán Carlos Bocanegra, el zaguero derecho Steve Cherundolo y el central Jay DeMerit) cumplirán 35, 35 y 34 años respectivamente en el 2014, mientras que el puesto de zaguero izquierdo en el que opera mayormente Jonathan Bornstein sigue siendo un problema. La Copa Oro le dará a los Estados Unidos la chance de probar a potenciales sucesores como Tim Ream y Eric Lichaj en el lado central y derecho de la defensa.

Mientras tanto, el mediocampo todavía está sin definirse, con cinco candidatos (Michael Bradley, Maurice Edu, Jermaine Jones, Freddy Adu y Sacha Kljestan) pelean por los puestos entre los mediocampistas laterales Landon Donovan y Clint Dempsey. (Cuando Holden eventualmente regrese, las cosas se complicarán más aún).

De modo similar, el ataque está en proceso de ser remozado. Para la Gold Cup, los Estados Unidos tienen solamente a un atacante que sigue tras la Copa Mundial, Jozy Altidore, que últimamente ha dado una impresión bastante pobre. Los otros candidatos son el altamente prometedor Juan Agudelo y el muy mejorado jugador de la MLS Chris Wondolowski, cuya única aparición con el seleccionado nacional en enero ante Chile fue solamente como objetivo de pases al área, que no es precisamente lo que mejor hace.

Con hasta seis partidos para jugarse en un solo mes tras la debacle a manos de España el pasado sábado, EEUU tiene una oportunidad de resolver estos problemas. Y será mejor que los solucione en la Copa Oro, porque es difícil experimentar con un equipo cuando está junto durante apenas un par de días cada un par de meses o algo así. Si los EEUU fallan a la hora de armarse bien este verano, estarán en la poco envidiable posición de tener que hacer un gran trabajo estructural en su escuadra para completarse antes de la Copa Mundial que será dentro de dos años.

4. La formación

Además de los cambios de personal ya mencionados, el entrenador Bob Bradley ha hecho pruebas para pasar de su rígido esquema 4-4-2 a un 4-5-1 con un delantero central y dos mediocampistas de contención. Dado el exceso de mediocampistas centrales y la falta de delanteros experimentados, ésta es una buena movida.

Una pregunta que la Copa Oro tendrá que responder, empero, es si tiene o no sentido el armado de 4-5-1 sin los servicios de Holden, que es claramente el principal candidato para jugar en la parte más alta del triángulo de mediocampo.

¿Quién entrará por Holden durante la Gold Cup? En las pruebas de Edu en la parte más alta del triángulo cuando EEUU enfrentó a Argentina en marzo pasado él no fue tan exitoso como lo ha sido a menudo para su club, los Glasgow Rangers. La inclusión de Kljestan y del sorpresivamente convocado Adu al plantel de los EEUU, así como la convocatoria al desde entonces lesionado Benny Failhaber, todos como sus mejores mediocampistas de proyección por el centro, sugieren que Bradley no está listo para echar a andar el 4-5-1 y que en su lugar probará a estos jugadores en el lugar de Holden.

El entrenador deberá preguntarse con quién quiere quedarse para el final de la Gold Cup. Habrán suficientes juegos relativamente fácil (ante Panamá y Guadalupe, y me atrevo a agregar a Canadá) como para darle al equipo estadounidense algo de espacio como para probar nuevas cosas. Pero nuevamente, se querrá que este asunto quede finalizado para el final del torneo, cuando comience jugando por todo o nada durante la etapa clasificatoria a la Copa Mundial.

5. EEUU vs. México

Los Estados Unidos no tienen tantas oportunidades para jugar con sus archirrivales de México en un partido que importe algo. Este torneo podría darles esta oportunidad. En el improbable caso de que un equipo gane su grupo y el otro finalice tercero, ellos chocarían en los cuartos de final. Pero está claro que son favoritos totales para alcanzar la final.

No solamente debería esto llevar a algunos fuegos de artificio, desde que tanto México como los Estados Unidos tendrán equipos muy completos en este torneo con todos sus jugadores estelares a mano, sino que debería darle a los Estados Unidos la oportunidad de echarle un vistazo a sus rivales principales para el primer puesto en las clasificatorias de la CONCACAF a la Copa Mundial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario