El curso de la Copa América Argentina 2011 que comenzará el 1 de julio se mecerá al ritmo de las cenizas volcánicas, que podrían condicionar el traslado de selecciones y espectadores, pero la organización anunció que dispuso soluciones alternativas para el caso de que el cielo argentino sea cerrado.
La situación sólo se "podrá prever con una anticipación no mayor de dos días porque en estas circunstancias la orientación del viento terminará definiendo las dificultades" de cada caso, informó el presidente del comité organizador de la Copa, José Luis Meiszner, en Buenos Aires.
"Estamos con el inconveniente que la naturaleza nos plantea, esperamos que las consecuencias que se derivan de lo operativo de algunos de los aeropuertos por las cenizas volcánicas pueda atenuarse", subrayó en una conferencia de prensa en la que se presentó al comité organizador del torneo.
La organización armó un esquema de traslados aéreos "charteado" para cada una de las doce selecciones de fútbol, que será sustituído con otras alternativas en caso de que se deban cerrar aeropuertos por causa de las cenizas emanadas desde el pasado 4 de junio por el cordón volcánico chileno Caulle, que el viento estuvo trasladando a territorio argentino desde entonces.
Meiszner remarcó en ese sentido que es "un hecho de la naturaleza que no se puede evitar y habrá que tratar de resolverlo de la mejor manera".
La Copa América Argentina 2011 "va a tener un sólo inconveniente que es la imposibilidad material de satisfacer la cantidad de localidades que se nos solicita".
"Y esto va a ocurrir por saldar la deuda política de ir a jugar a distintos puntos del país", declaró el presidente del comité, al destacar el papel federal que tendrá este torneo con ocho sedes repartidos por el centro y norte del país y no sólo en los estadios con mayor capacidad.
Los estadios de Santa Fe y La Plata cuentan cada uno con 25.000 entradas menos que el de River Plate, donde se jugará la final el 24 de julio.
Las sedes "han sido seleccionadas para que todo el país pueda disfrutar" del certamen, argumentó.
La Copa se jugará en La Plata, Santa Fe, Córdoba, Mendoza, San Juan, Salta, Jujuy y Buenos Aires, cuyos estadios han sido adaptados para estas circunstancias.
El estadio Bicentenario de San Juan fue el único construido especialmente para este torneo, mientras que el Ciudad de La Plata fue reinaugurado con una obra de techado inédita en América Latina.
Todos fueron dotados con "aportes tecnológicos para poder transmitir imágenes y datos a todo el mundo", detalló el ingeniero Fernando Casalla, a cargo del área de infraestructura. Se instalaron sistemas de iluminación para transmitir imágenes televisivas en alta definición a los 208 países que adquirieron los derechos y fibra óptica para las telecomunicaciones. "Será una copa terrenal", anticipó Meiszner, bajando expectativas desmedidas.
"Trabajamos para que quienes nos visiten en esta ocasión tengan la oportunidad de corregir dos calificaciones que se nos suelen adjudicar a los argentinos: deficiencias para organizar y carencia para mostrarnos como anfitriones al mundo", señaló.
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