Honduras derrotó el sábado 4-2 a Costa Rica en definición por penales y se clasificó a las semifinales de la Copa de Oro.
Jerry Bengtson facturó el penal decisivo en una tanda impecable para Honduras, mientras que los costarricenses Celso Borges y Alvaro Saborío estrellaron sus remates en el travesaño.
Honduras jugará por cuarta vez en las semifinales del campeonato centro y norteamericano y caribeño de selecciones. Lo hará el miércoles contra el ganador del partido entre México y Guatemala, que se medían más tarde en el mismo estadio New Meadowlands de Nueva Jersey.
Los penales terciaron para un duelo que acabó empatado 1-1 tras los 90 minutos reglamentarios y los 30 de alargue.
Honduras se adelantó primero con un gol de Bengtson a los 49 minutos tras un rechace del arquero, pero Costa Rica igualó siete minutos después con un cabezazo de Dennis Marshall.
Saborío no sólo falló un penal en la definición, sino que también malogró un disparo desde los 12 pasos a los 76, que tapó el portero hondureño Noel Valladares.
Fue otro desenlace amargo para Costa Rica en el clásico centroamericano, ya que ha sucumbido en los tres enfrentamientos que ha disputado con Honduras en la Copa de Oro. Honduras dejó afuera a los ticos en las semifinales de 1991 y en los cuartos de final de 2005.
El partido se planteó con mucha fricción en el mediocampo y escasos momentos de brillantez.
Luego que al tico Marco Ureña le anularon un tanto por posición adelantada al comenzar el segundo tiempo, Honduras abrió la cuenta cuando Javier Portillo desbordó por la izquierda y remató con potencia. El portero Keylor Navas logró desviar, pero la pelota quedó a los pies de Bengston, quien acabó de empujarla al fondo en su tercer gol del certamen.
Costa Rica encontró el empate en una jugada de pelota detenida. De un tiro de esquina de Cristian Bolaños, Marshall saltó en el medio y cabeceó picado.
Con el 1-1, el partido se tornó intenso. Dio la impresión que el primero que remeciese las redes dejaba noqueado al otro. Costa Rica lo tuvo para definir antes de los 90 con un penal, provocado cuando Víctor Bernández jaloneó de la camiseta a Ureña.
Los hondureños reclamaron al considerar que el árbitro panameño Roberto Moreno fue muy riguroso. Pero salieron sonrientes después cuando Saborío le pegó débil y bajo.
Quedaba un cuarto de hora y los rivales no volvieron a hacerse daño, aunque Honduras estuvo a punto de liquidarlo sobre la hora en los descuentos con una secuencia de tres tiros a puerta, uno de Oscar Boniek García que fue rechazado milagrosamente por Marshall.
Con Bryan Ruiz, Bolaños y Saborío, Costa Rica cuenta con jugadores interesantes en ataque. Pero desde el medio hacia atrás luce como un equipo frágil y propenso a cometer errores, ofreciéndole facilidades al rival.
La selección roja no tenía a nadie que hiciera un trabajo de contención. La consecuencia fue que Costa Rica perdió el balón frecuentemente e hizo que Navas trabajase a destajo.
Ahí fue que Honduras logró nivelar un partido que al principio se le presentó complicado.
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