lunes, 27 de junio de 2016

La semilla de la violencia “Hooligans”



La escalada de violencia y terror que se ha producido días atrás en las calles de Lille o Marsella tiene su origen en las Islas Británicas, donde nació el fútbol y donde se creó el primer equipo de la historia, el Sheffield F.C. Las calles de Inglaterra vivían en aquella época la segunda fase de la Revolución Industrial. El aumento de población en las ciudades trajo consigo la formación de los primeros barrios conflictivos en las periferias, cerca de muelles y astilleros como los de Liverpool, Manchester o Londres. Estos pequeños guetos estaban habitados por la clase trabajadora y más humilde, que al final de duras jornadas de trabajo acababa el día entre pintas de cerveza. En el corazón de estos barrios comenzaron a formarse pandillas de chavales de entre 14 y 18 años que perpetraban actos vandálicos y violentos: los denominados scuttlers. Ellos fueron, por así decirlo, los primeros hooligans, aunque nada tenían que ver con el fútbol.

Nadie sabe a ciencia cierta cuándo fue la primera vez que se usó y tampoco queda muy clara su procedencia, pero lo que sí está datado es que la palabra 'hooligan' apareció escrita por primera vez en un informe de la Policía de Londres en 1898. Un año más tarde, el novelista Clarence Rook publicaría The hooligan nights, donde relata las vivencias de un scuttler llamado Alf.

Rook pudo inspirarse en Patrick Hooligan, un pandillero irlandés que mató a un policía, murió en la cárcel y se convirtió en toda una leyenda en los bajos fondos. Sir Arthur Conan Doyle, el archiconocido creador de Sherlock Holmes, utilizó el término 'hooliganismo' para referirse a actos vandálicos y violentos en su relato corto The adventure of the six Napoleons en 1904. Y si cruzamos el charco, nos encontramos con que en 1900, en Nueva York, nació la tira cómica Happy Hooligan, dibujada por Frederick Opper, en la cual se relatan las aventuras de un vagabundo con muy mala suerte. Esa fue la definición de 'hooligan' hasta la década de los 60 del siglo XX: un camorrista borracho y pandillero, sin ninguna asociación con el fútbol. Hasta que los periodistas británicos empezaron a llamar así a los violentos que iban a los campos de fútbol. En esos años comenzaron a formarse las firms, que es como se denominan las agrupaciones de ultras de los equipos británicos, y las rivalidades existentes entre ellos eran producidas en su mayoría por motivos deportivos o económicos. Como la del Manchester United y el Liverpool, que se remonta a cuando la ciudad de Manchester construyó el canal de Bridgewater para tener acceso al mar en 1894, lo cual perjudicaba económicamente a Liverpool. De entre todas las firms se podría destacar a la del Millwall como la más violenta y famosa. Uno de sus lemas reza "No gustamos a nadie, pero no nos importa". Y así ha sido desde su fundación, manteniendo una fortísima rivalidad con la del West Ham. Ambas firms, los Millwall Bushwackers y la Inter City Firm, han protagonizado episodios de violencia y vandalismo. Cuando estos dos equipos se enfrentan el partido es considerado como el derbi más violento de la clase obrera.

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