Terminó la Copa América y con el certamen hubo jugadores que rayaron a gran altura y que merecieron la aprobación de los aficionados. Entre algunos, se puede mencionar a:
-David Ospina: El portero es el responsable de que Colombia haya avanzado a la semifinal ante Chile. Aunque no jugará la final, no tuvo errores que le significaron goles en los cuatro partidos en los que salió titular, ya que en la derrota ante Costa Rica no jugó. Mostró su clase bajo los palos ante Perú y detuvo el penalti a Miguel Trauco. Contra la Roja, los dos goles fueron por errores de sus compañeros y no pudo evitarlos.
-José Fuenzalida: El lateral derecho de Chile se ha convertido en un atacante más en la Roja. Es seguro a la defensiva y ha sido una pesadilla en el ataque para sus rivales. México no supo cómo frenarlo y ante Colombia empezó la acción del primer gol de Charles Aránguiz y anotó el segundo.
-Nicolás Otamendi: El defensa central del Manchester City ha sido el cerrojo de Argentina y el mejor compañero en zaga de Ramiro Funes Mori. Con simpleza pero siempre seguro, Otamendi ha respondido ante las exigencias de los rivales.
-Arturo Vidal: Como Chile, ha ido de menos a más con su fútbol. El ‘Rey’ Arturo es fundamental en el andamiaje de la Roja y en el 0-7 ante México mostró su calidad. Impenetrable en la defensa y preciso con dos asistencias de gol ante el Tri, no pudo jugar frente a Colombia en la semifinal por suspensión.
-Clint Dempsey: Es el líder y el motor del equipo de Estados Unidos y aunque ante Argentina no pudo hacer mucho por evitar la derrota en la semifinal, es uno de los pilares clave del esquema de Klinsmann.
- Eduardo Vargas: El delantero del Hoffenheim alemán lidera la clasificación de artilleros con seis goles. Cuatro de ellos los marcó en los cuartos de final de la paliza chilena 0-7 a México. Y va por su segundo título seguido como máximo goleador del certamen. En Chile 2015 le bastaron cuatro dianas para conseguirlo junto a Paolo Guerrero.
-Alexis Sánchez: El mejor compañero de ataque que pueda tener Vargas en Chile. Se entienden a la perfección. Son rápidos, ágiles e incansables lo que hace de la Roja una máquina letal a nivel ofensivo como se demostró al final.
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