La selección argentina encabezó las principales estadísticas de la Copa América Centenario, aunque fue Chile quien se proclamó campeona y acaparó además los trofeos al mejor jugador (Alexis Sánchez), mejor portero (Claudio Bravo) y máximo goleador (Eduardo Vargas).
Los argentinos se fueron de Estados Unidos como subcampeones pese a haber sido los que más goles convirtieron (18), más veces dispararon a puerta (76), más asistencias dieron (11) y más saques de esquina lanzaron (33), pero nada de eso les sirvió para llevarse un torneo que se le resiste desde el año 1993.
Según las estadísticas de la Conmebol, los chilenos sumaron dos tantos, dos asistencias y dos córner menos y lanzaron a portería en 75 ocasiones. En cambio, fueron los que más pases entregaron (3.415) y lideraron también los apartados de faltas cometidas (89), tarjetas amarillas recibidas (17) y fueras de juego (22).
Sin embargo, su gran juego de conjunto y la evolución de su fútbol en un torneo en el que empezaron perdiendo y fueron de menos a más, les llevó a convertirse en campeones.
Dicha trayectoria se vio recompensada por la organización del certamen, que incluyó a ocho jugadores de la Roja en el equipo ideal. Apenas tres chilenos de los que jugaron la final quedaron excluidos de dicha lista: Gonzalo Jara, Marcelo Díaz y José Pedro Fuenzalida.
Además, el día en el que se consagró como bicampeón de la Copa América, Chile se quedó con todos los demás premios de la edición del Centenario, pues el delantero Sánchez recibió el Balón de Oro y el portero Claudio Bravo, el Guante de Oro. Eduardo Vargas completó la faena como máximo goleador.
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