La Copa América de la Conmebol, cuya última edición concluyó el domingo en Buenos Aires, comenzó el 1 de julio, menos de una semana después de la final de la Copa de Oro de la Concacaf en Estados Unidos.
Mientras la competición del centro y norte del continente y del Caribe se vio afectada por el mayor interés mundial que despierta la de su vecino del sur, el torneo sudamericano requirió de la ayuda de México y Costa Rica para completar el cartel.
La Concacaf quiso privilegiar su competencia e instó a que sus dos países llevaran a Argentina a sus equipos "B". Sólo Estados Unidos disfrutó del mexicano Javier "Chicharito" Hernández, al que su club, el Manchester United, únicamente está obligado a cederlo para competiciones de la Concacaf.
¿Por qué no sumar para que el todo sea más y mejor que las partes? "Siempre existe esa posibilidad", dijo durante una entrevista con la agencia dpa el presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), Nicolás Leoz.
Leoz ve "factible" un acuerdo con la Concacaf para organizar en el futuro una eventual Copa Panamérica que englobe a todo el continente, incluidas América Central y del Norte.
"Creo que con el correr del tiempo es factible ampliar la geografia competitiva. Se debe sopesar esa posibilidad", señaló a dpa Leoz.
"Es una determinacion que merece un tratamiento prudente. Debe ser estudiado por todos los presidentes de la Conmebol, teniendo como norte el interés común", sostuvo.
Eugenio Figueredo, vicepresidente de la Conmebol, traspasó a la Concacaf la responsabilidad de que México y Costa Rica acudiesen con equipos B a Argentina.
"Es un un tema politico que deben resolver ellos. Nosotros consideramos a México como un país sudamericano más. Ha sido un episodio accidental", restó trascendencia a la disputa política.
"México hace muchos años que participa de nuestros torneos y no le fue tan mal", desdramatizó también Leoz el papel del combinado azteca, que en Argentina registró la peor actuación desde que en 1993 comenzó a asistir a la Copa.
La reciente salida de Jack Warner como presidente de la Concacaf, a la que dirigía desde 1990, abre un nuevo escenario en la negociación. Aunque antes, la confederación deberá aclarar las luchas intestinas por la sucesión de Warner, que renunció a sus cargos cuando era investigado por FIFA por corrupción.
El ex seleccionador brasileño Carlos Alberto Parreira se mostró a favor de que el continente se junte en un solo torneo.
"Me adhiero a la idea de tener a México y Estados Unidos (en la Copa América). En vez de la Copa de Oro, hacer todo junto.
Pienso que es una idea para ser trabajada. Habría mucho más interés mundial", comentó pensando en un campeonato que podría competir cara a cara con la Eurocopa.
"Seguiremos contando con equipos de la Concacaf. La presencia de México es importante, ojalá podamos ver una confrontación de toda América", deseó también Figueredo.
Brasil 2015, con las amplias infraestructuras que dejará el Mundial del año anterior, podría ser el banco de pruebas: los diez equipos de Sudamérica y seis de la Concacaf, entre los cuales estarían Estados Unidos y México, los dos grandes de la región.
"Juntos somos casi 50 votos en la FIFA, un cuarto, no es mala cosa para imponer poder", animó Figueredo a que la unión norte-sur vaya más allá de la competencia deportiva y se extienda a los despachos en Zúrich.
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