domingo, 24 de julio de 2011

Uruguay busca récord en final inédita ante el ´rey del empate´

Un duelo prometedor en igualdad, tensión e intensidad definirá este domingo el campeón de la Copa América 2011 en el estadio Monumental de Buenos Aires, en un choque en el que Uruguay persigue su decimoquinto título del torneo, un récord en esta competición, contra la convicción de la selección de Paraguay.

Un partido decisivo, sin margen de error, desafía a ambos conjuntos, con el papel de favorito para el combinado celeste, que tiene la oportunidad de quedarse en solitario al frente del palmarés de la cita continental, en el que está igualado con Argentina, ambos con catorce trofeos. Mañana tiene al alcance el decimoquinto.

Uruguay, que no levanta el título de la Copa América desde 1995, y Paraguay, cuyo último campeonato fue en 1979, llegan al duelo en diferentes condiciones. Si los celestes han ofrecido un rendimiento notable, sobre todo en semifinales, los rojiblancos se han presentado en la final con sufrimiento, dos tandas de penaltis consecutivas y un héroe: El portero Justo Villar.

No ha ganado y no ha perdido Paraguay ningún encuentro en la Copa América 2011. Ni en la fase de grupos, con tres empates seguidos, ni en cuartos de final ni en semifinales, cuando derribó, por este orden, a Brasil y Venezuela tras el 0-0 durante los 120 minutos entre el tiempo reglamentario y la prórroga.

Mañana espera un partido duro. Es una opinión compartida tanto por su técnico, Oscar Washington Tabárez, como por los futbolistas referentes, entre ellos el capitán Diego Lugano o su goleador Diego Forlán.

El técnico contará mañana de nuevo con su fiable ataque, formado por Forlán y Luis Suárez, una dupla ofensiva temible para cualquier rival. El también goleador

Enfrente estará Paraguay, mermada por las bajas de su delantero estrella, Roque Santa Cruz, del defensa Aureliano Torres y del centrocampista Jonathan Santana, los dos primeros por sendas lesiones musculares y el último por sanción, pero que afronta la final con mucha seriedad, convicción y sin renunciar a nada.

El equipo rojiblanco tiene una gran oportunidad de volver a la primera plana del fútbol sudamericano. No disputa la final ni gana la Copa desde hace más de 31 años, cuando venció a Chile al mejor de tres encuentros, precisamente el último disputado en Buenos Aires. Ese fue su segundo y último título del torneo, junto al de 1953.

Ese es el reto de mañana, la conquista del trofeo, para el conjunto dirigido por el argentino Gerardo Martino, que no podrá sentarse en el banquillo, una vez que cumplirá el primero de los dos partidos de sanción que le impuso el comité disciplinario de la Conmebol por su expulsión en las semifinales ante Venezuela.

Su ayudante, Jorge Pautasso, también está suspendido, con lo que Adrián Coria será el encargado de dirigir al equipo desde el banquillo, en un duelo en el que Martino deberá recomponer de nuevo su once por las bajas, aunque ya recupera al defensa central Antolín Alcaraz, baja en el anterior choque por sanción y que será titular.

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