Su rendimiento con la camiseta albiceleste no convence. Hasta ahora no pudo conseguir resultados positivos como en el Barza.
Lionel Messi puede formar parte de la selección ideal de una Copa América en la que Argentina, que la había organizado para ganarla, quedó eliminada el sábado a manos de Uruguay. Por eso, si es necesario buscar culpables de esta situación, mejor hacerlo por otro lado.
“Messi nunca juega mal, sino que lo hacen los que lo rodean”, afirmó recientemente Julio Grondona, presidente de la Federación argentina (AFA). La sentencia provocó polémicas, aunque al menos la primera mitad de la frase es verosímil.
Fue el mejor jugador ante Bolivia (1-1), el único que intentó algo frente a Colombia (0-0), el que encendió a Argentina contra Costa Rica (3-0) y el mejor, otra vez, en los cuartos de final que los uruguayos superaron en los penaltis (1-1 y 4-5).
“Diego Maradona tenía otra personalidad, era avasallador y contagiaba; eso es lo que no le veo a Leo Messi”, comentó en los últimos días el goleador histórico de Argentina, Gabriel Batistuta.
El delantero del Manchester United, Wayne Rooney, ha afirmado que “sin Xavi e Iniesta, Messi no triunfaría en Inglaterra. Sin ellos dos le sería imposible jugar igual que lo hace en España”, idea que se ha incorporado a la interpretación de muchos argentinos, quienes afirman que hay “dos Messi”, el del Barza y el de Argentina.
El tópico es Messi, el campeón de todo con el equipo azulgrana y el que ya ha jugado dos mundiales con la albiceleste y solamente ha marcado un gol, y dos veces la Copa América sin resultados positivos.
Se publicó ayer en Argentina que Messi, que anotó 53 goles con el Barcelona la temporada pasada, no ha marcado goles en los últimos dieciséis partidos oficiales que jugó con la selección y que su último tanto se remonta al 28 de marzo de 2009 ante Venezuela, en las más recientes eliminatorias mundialistas.
Que Messi para arriba y que Messi para abajo. “Ni Messi pudo salvar a Argentina”, indicó la prensa electrónica del sábado en Buenos Aires, cuando los uruguayos Forlán, Suárez, Lugano y Muslera todavía celebraban abrazados en el campo de juego en Santa Fe.
Con Messi solamente no alcanza. Es el mejor jugador de Argentina y a la vez el que muchas veces baja a buscar el balón al centro del campo porque no le llega cerca del área rival.
Al cabo de un poco atractivo ejercicio de observación debido al bajo nivel técnico del juego, surge un dato llamativo: en 390 minutos de juego en la actual Copa América nadie, nunca, apoyó a Messi con un pase-gol.
Con Messi solamente no alcanza, y eso se vio en los partidos que disputó el equipo en el certamen que fue local.
La frase
"Sin corazón, sin defensa, sin una idea táctica 11 contra 10 por 48 minutos, sin respaldo al fútbol de Messi”.
Diario Deportivo Olé / BUENOS AIRES
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